19 de febrero de 2012
Domingo de la Transfiguración. Año B.
A medida que nuestra humanidad se ve expuesta a nuevos contextos, tenemos que conectar con nuestro pasado personal y el pasado de nuestra comunidad.
2 Reyes 2:1-12; Salmo 50:1-6; 2 Corintios 4:3-6; Marcos 9:2-9
Las lecturas de esta semana plantean cuestiones de muerte, discipulado y revelación de un modo dramático. El pasaje de 2 Reyes 2 plantea la cuestión de la muerte próxima del profeta Elías y de la nula disposición de Eliseo para dejarlo ir. Muchos de nosotros hemos pasado y estamos pasando por esta fase del ciclo de vida con sus seres queridos. No hemos estado dispuestos a dejarlos ir y les hemos dicho a los demás que guardaran silencio sobre lo que está ocurriendo (versículo 5), como si silenciarlos fuese a cambiar la realidad. Esperamos, igual que Eliseo, que nuestro viaje con nuestros seres queridos que están muriendo ralentice el proceso y nos dé más tiempo para obtener de ellos todo lo que necesitamos, antes de que narchen.
Curiosamente, el camino que Elías y Eliseo andan (de Betel a Jericó para cruzar el río Jordán) recorre el viaje de la conquista de Josué. Para muchos, este camino es preocupante debido al recuerdo del genocidio de los cananeos. Por otro lado, puede existir la necesidad de recorrer de nuevo esos pasos, para que el nuevo aprendizaje pueda surgir y pueda evitar que nos atasquemos repitiendo los errores del pasado.
Los grupos LGBT y otros grupos oprimidos, al mirar hacia atrás en nuestra historia, podemos ver dónde, incluso en nuestras luchas por la liberación, hemos herido a otros. De esta manera podemos comprometernos a hacer las cosas de manera diferente en el futuro. La transmisión del manto se vuelve muy importante en estos momentos de transición, mientras preparamos a la próxima generación de líderes/discípulos para tomar sus legítimos lugares en el movimiento. Esta parece una metáfora más apropiada que la de esclavos que tienen un Evangelio velado, como Pablo proclama en 2 Corintios 4. El velo de las mujeres en contextos patriarcales no parece ser el mejor modelo de preparación para la próxima generación de líderes.
La Transfiguración, tal como se encuentra en Marcos 9:2-9, tiene variados significados para nosotros. Algunos ven esto no como una muestra de la divinidad de Jesús, sino más bien como un momento trascendental de su humanidad. Así es como se ve nuestra humanidad fuera de nuestras defensas. Este es el brillo radiante de la luz del mundo en nosotros. Estamos conectados con mucho más que con lo que ha pasado antes y con lo que está por venir.
Por otro lado, otro significado enlaza con el tema discutido la semana pasada de la "salida" de Jesús "del armario". Esta vez Dios descubre a Jesús como su hijo, el Hijo de Dios (versículo 7), que es un término en el antiguo Israel para el gobernante de Jerusalén. Jesús no se siente cómodo con este proceso y trata de controlar la propagación del nuevo título, diciendo a los discípulos que no lo divulguen (versículo 9). Entendemos que el proceso de "salida" revela algo más que la propia orientación. El proceso impulsa a los implicados más allá de su capacidad de controlarlo, y surgen muchas preguntas y se exponen circunstancias que pueden ser anticipadas.
La reacción de los discípulos es no tomar parte en la conversación entre Jesús, Moisés y Elías, ya que tienen miedo (versículo 6). Esta reacción a la "salida" mediante la exposición de la verdadera esencia del otro, es claro reflejo de lo que sucede a las personas homosexuales que en medio de las crisis de la comunidad, dan un paso atrás y no toman parte en las crisis. Los costes son muchos y elevados. Como Pedro, queremos construir "moradas" para contener y ocultar las revelaciones, en lugar de hablar y hacer frente con fuerza a la necesidad de la comunidad de una nueva visión.
Al mirar de cerca a Marcos 9:2-9 también nos dimos cuenta de que en el conjunto de individuos en la montaña, las mujeres fueron omitidas por completo. Si Elías y Moisés son ambos figuras religiosas y políticas, frente a las crisis nacionales de su época, ¿por qué no están Deborah y Esther también en esta reunión? De igual modo, ya que Moisés, Débora, Elías y Esther son líderes políticos, ¿no significa esto que Jesús también se está introduciendo como un líder político de su época? Puesto que "Hijo de Dios" es un título para el gobernante de Jerusalén, uno podría pensar que este es el caso.
Por otro lado, la palabra griega que significa profeta, prophetes, es un sustantivo masculino con terminaciones femeninas. Se trata de un sustantivo transgénero, por así decirlo. Tal vez este pasaje se feminiza, no por la presencia de las mujeres, sino más bien por cómo los hombres asumen aspectos y papeles erotizados y entendidos tradicionalmente como femeninos. Esto lo vemos en otros pasajes bíblicos. Recordamos a Elías resucitando al hijo de la viuda al acostarse sobre él tres veces (1 Reyes 17:21); a Moisés, que quería ver la gloria de Dios, sólo se le permitió ver su parte trasera (Éxodo 33:23); y el discípulo amado de Jesús pone su cabeza sobre el pecho de Jesús (Juan 13:23). [Es curioso que las traducciones de la New Revised Standard Version deseroticen todos estos pasajes]. Relacionado con el relato de la Transfiguración, ¿puede uno imaginarse esta historia de nuevo incluyendo una reunión de hombres -con una gama de orientaciones sexuales y de género-, en un encuentro con Dios, el último amante? ¿Podría ser este el motivo por el que las mujeres son excluidas y por el que se les dice a los discípulos que lo presencian que no se lo cuenten a nadie más?
En esos momentos en tu vida cuando eres vulnerable, estás agobiado, con problemas, escondido y velado, ¿a quién buscas y ves? ¿Quiénes son los seres queridos que te rodean? ¿Cómo ves tu propia humanidad de otra manera?
Muerte, discipulado y revelación están en el centro de todos estos textos. Aunque las posibilidades de interpretación son muy variadas, y aunque algunos de ellos son preocupantes para algunos, las formas en que pueden hablar a las vidas de las personas LGBT y de otros grupos oprimidos son más ricos por estas exploraciones.
Nosotros, como los discípulos, podríamos tener miedo, incluso terror, por las posibilidades exploradas aquí, y nosotros, como ellos, puede ser que deseemos construir estructuras para cerrar la exploración de los posibles significados. Debemos recordar que Jesús se opone a esa respuesta. Al igual que en anteriores relatos en el evangelio de Marcos, Jesús es reticente a la revelación completa antes de tiempo, pero sí crea oportunidades para que los discípulos estén prevenidos y preparados completamente para la plenitud y la riqueza de la revelación que llegará en el futuro. Esto debería dar consuelo a quienes viven con el temor no sólo a la muerte, no sólo a perder a un ser querido, no sólo a sopesar la esclavitud del velo de sí mismo, no sólo a ser puesto al descubierto junto con otros, sino también a las emocionantes posibilidades de que Dios proclame a los demás, "¡este/esta es mi hijo/hija, escuchadlo/escuchadla!"
Oración inclusiva
Oh , Presencia misteriosa que ilumina nuestro camino entre los mundos,
condúcenos a los lugares donde podemos tocar nuestra más profunda humanidad.
Que escuchemos tu invitación a salir de detrás de nuestras defensas cuidadosamente construidas
e irradiar la capacidad de ser amados, que es nuestra esencia.
Amén.
Versión original en inglés: Out in Scripture