12 de febrero de 2012
Domingo 6º después de Epifanía. Año B.
Esta semana las lecturas tratan de compañeros improbables en la sanación y de respuestas no planeadas a la misma.
2 Reyes 5:1-14, Salmo 30, 1 Corintios 9:24-27, Marcos 1:40-45
Por  un lado los cuatro pasajes de esta semana hablan a cuerpos que están  sufriendo. Naamán, el general sirio tiene la lepra, que en el mundo  antiguo quería decir cualquier tipo de dolencia de la piel, cualquier  cosa desde una erupción a una enfermedad infecciosa, una enfermedad  contagiosa. El Salmo 30 habla de ser sanado de la  enfermedad y promueve lo que podría interpretarse comouna oración  manipuladora utilizada como un ardid para sanar el cuerpo. En 1 Corintios 9,  Pablo habla de estar en una carrera y de torturar su cuerpo para ganar  el premio imperial de una corona incorruptible. Jesús sana a un hombre  enfermo y le dice que vaya al sacerdote y siga las tradiciones y los  rituales del templo.
En 2 Reyes 5, vemos cómo la  clase se entrecruza con la sanación corporal. Vemos, por ejemplo, el  papel que los sirvientes, tanto femeninos (versículo 3) como masculinos  (versículo 13), desempeñan para ayudar a Naamán a que pueda curarse,  sobre todo cuando él no quiere aceptar su consejo. Naamán sigue  acudiendo a los gobernantes y a las clases superiores, a pesar de que es  el pueblo en la parte inferior de la escala social, quien tiene las  claves para conseguir lo que él necesita en esa situación. Por un lado,  se podría considerar que los sirvientes, por sus acciones, parecen  demasiado preocupados por el bienestar de sus captores. Por otro lado,  pudiera ser que la esclava quisiera que se fuera, de modo que ella y su  señora pudiesen tener un poco de alivio, y de tiempo sin de él y sin los  otros condicionantes patriarcales de sus vidas.
Hay un fuerte  paralelo entre las acciones de Naamán y la forma en que ciertas partes  de la campaña de la Proposición 8, la propuesta de ley en California que  anuló la igualdad de matrimonio en el estado, se relacionó o no con  otras comunidades oprimidas en California. Rara vez vimos en televisión a  personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales de diversos grupos  raciales y étnicos. Personas de color, como el cantante de hip hop Kanye  West, conocido por su enfrentamiento a la homofobia en este género  musical, no fueron utilizaron en la lucha  contra la Proposición 8. Tal  vez, este relato bíblico nos enseña la necesidad de ser más inclusivos  en nuestras estrategias de lucha contra la opresión. De la misma manera,  las acciones de los sirvientes también nos piden que desafiemos a los  grupos oprimidos que se niegan a aprender de su opresión, para ser  aliados de otros grupos oprimidos.
¿Cómo has experimentado  atravesar las barreras de raza, clase, género, identidad de género,  orientación sexual y edad, para formar coaliciones para abordar los  problemas de la comunidad? ¿Han dado resultado estos esfuerzos? ¿Cuáles  han sido algunas de las resistencias a este trabajo?
Al igual que la semana pasada, vemos a Jesús en una lucha de identidad en Marcos 1:40-45.  Jesús cura al leproso, pero luego le dice que vaya al sacerdote y pague  los sacrificios, de conformidad con la ley mosaica. En esto, lo vemos  haciendo que la atención sanitaria accesible en la comunidad, pero no se  lo presenta oponiéndose a la opresión del sistema, que requiere que los  sanados paguen un gran precio a los sacerdotes. Vemos, al igual que en  la historia de Naamán, que las personas con los niveles más bajos de la  sociedad ponen a rodar el balón en esta historia. Es el hombre con lepra  quien le dice a Jesús que puede curarlo si quiere. Jesús declara que va  a hacerlo, pero le advierte que no se lo digas a nadie más.
Aunque  los estudiosos se han referido a esto como parte del tópico del  "secreto mesiánico" en el Evangelio, también apunta a algunas luchas  internas en el mismo Jesús sobre cuándo debería revelarse a sí mismo,  por sí mismo, quien es él. Parece que en su estimación no es el momento  aún. Demasiados de quienes luchamos y nos debatimos con el "ahora no",  seguimos preguntándonos: "Entonces, ¿cuándo?". Aunque Jesús da el paso,  como debe, de atender las necesidades materiales de los que sufren en el  sistema, aún no ha llegado al punto de hacerlo abiertamente y de  desafiar al sistema en sus formas de opresión.
El fin de la  historia es también problemático. Aquí vemos que el hombre a quien Jesús  salvó de la lepra, lo "saca del armario" por toda la ciudad. Este  pasaje plantea la cuestión de la ética del "outing". El "outing" hace  pública la propia postura sobre la orientación sexual y, a la vez, hace  visibles a personas del mismo género que se aman en la comunidad. La  ética de esta acción, sin embargo, debería estar en las manos de la  persona, de ella o de él mismo. Uno tiene que llegar a un acuerdo  consigo mismo tanto sobre los costes como sobre los beneficios, para uno  mismo y para la comunidad, de la acción de "salir del armario".
Aunque  Jesús se presenta como dispuesto a atender las necesidades físicas de  las personas que están sufriendo, no ha llegado hasta el punto de  presentase abiertamente a sí mismo, como alguien que está desafiando el  sistema en sus formas de opresión y dando poder a los oprimidos para  buscar lo que se les debe. Al terminar la historia, Jesús, después de  haber sido expuesto como el que elige hacer frente a estos problemas,  está rodeado por los que están en necesidad. El riesgo de ser fiel a uno  mismo en relación con los demás, es que puede quitarte el derecho a  decidir cuándo es el momento para la autorrevelación en la comunidad.  Pero, como Jesús nos muestra, en última instancia, vale la pena el  riesgo de estar en relación con los demás. Es evidente que esto es  preferible a la opción en 1 Corintios 9 de torturarse a uno mismo para resultar aprobado en un juego donde sólo uno ganará.
¿Cómo  podría haberse sentido Jesús cuando le dijo al hombre a quien curó la  lepra: "Sí te voy a curar, pero no se puede decir a nadie más"? ¿Te has  visto atrapado en esta tensión? ¿Has corrido el riesgo, como Jesús, de  ayudar a una persona o grupo con la esperanza de que serían dignos de  confianza y que no te expondrían? ¿Cómo has gestionado la violación de  confianza, cuando se ha producido?
Oración inclusiva
¡Oh, Dios,
ayúdanos a ser agentes de sanación y transgresores de fronteras,
ayúdanos a formar alianzas con aquellos que están sufriendo,
ayúdanos a reunir coaliciones que se enfrenten a todas las formas de
injusticia,
y ayúdanos a correr el riesgo de ayudar en situaciones en las que podemos ser "descubiertos",
incluso antes de que estemos totalmente listos para reclamar nuestros lugares legítimos en la
comunidad.
Amén.
Versión original en inglés: http://sites.hrc.org/scripture/?page=02-15-09
 
