Domingo 27º de Tiempo Ordinario. Año B.
Dios viene a nosotros en nuestra carne -a nuestra realidad concreta- para introducirnos en la correcta relación entre nosotros y con la creación.
Job 1:1,2:1-10 y Salmo 26 o
Génesis 2:18-24 y Salmos 8;
Hebreos 1:1-4,2:5-12;
Marcos 10:2-16
Esta semana conversan Michael Miller, Charles Allen y Holly Hearon.
Marcos 10:2-16 se ha utilizado a menudo contra las personas LGBT. Algunos lectores afirman que Jesús define el matrimonio como una relación entre un hombre y una mujer. Pero aquí, Jesús está explícitamente respondiendo a una pregunta sobre cómo un marido debe tratar a su esposa (Marcos 10:2). Hace hincapié en que cuando dos personas se convierten en una sola carne, Dios está en esa unión. A causa de esa unión santa, ninguno de los dos es libre de tratar al otro como una propiedad desechable (Marcos 10:9-12). Tampoco los niños son propiedad desechable porque el reino de Dios pertenece primero a los más vulnerables entre nosotros (Marcos 9:14-15).
¿Dónde ves en nuestra sociedad evidencias de personas que son tratadas como bienes desechables? ¿Dónde ves la esperanza de que tal uso y abuso de las personas se esté transformando en relaciones sanas?
Además, esta no es la última palabra en cuanto a relaciones. Jesús no nos deja usar las Escrituras para seguir usando y abusando de los hijos de Dios. Jesús dice que la Escritura de su tiempo es una respuesta del corazón abierto de Dios a los corazones endurecidos de su pueblo (Marcos 10:5). La Palabra de Dios viene a nosotros en nuestra carne y en nuestra condición limitada. Dios obra en medio de nosotros a través de nuestros medios limitados. Ningún pasaje de la Escritura es la última palabra. Tenemos que buscar en las Escrituras signos de la comunidad abierta a la que Dios nos está invitando. Moisés lo sabía. Jesús lo sabía, al igual que otros rabinos. Sin embargo, muchos de nosotros lo hemos olvidado.
¿Cómo reflejan nuestras vidas y relaciones la comunidad abierta que Dios desea?
Génesis 2:18-24 (texto citado por Jesús) es otro pasaje utilizado contra las personas LGBT. Tal vez hayas oído la ridícula expresión ridícula con que nos atacan, "Dios hizo a Adán y a Eva, no a Adán y a Steve." Pero este pasaje muestra a Dios trabajando con el primer ser humano para encontrarle una ayuda adecuada. Dios no decreta cuál será dicha ayuda. Dios, en cambio, ofrece opciones innumerables a Adán y descubre que sólo un ayuda con la que pueda hacerse "uno solo" (Génesis 2:24) puede despertar el deleite de Adán. Cuando amamos a aquellos que despiertan nuestro deleite, seguimos el ejemplo original de Adán y de Dios. No es bueno para nosotros estar solos (Génesis 2:18), por lo que trabajamos con Dios en busca de las relaciones que despiertan nuestro deleite. Para obtener más información sobre este pasaje y sobre otros del libro del Génesis, descubre las ideas de Steven Greenberg, rabino y erudito hebreo.
¿Has sentido alguna vez que Dios trabajaba en tu deleite por otra persona? ¿Cuándo?
El Salmo 8 también habla de Dios obrando en y a través de nuestro cuidado por sus obras de Dios. "Poder" es una palabra peligrosa (Salmo 8:6) cuando se utiliza para controlar la naturaleza sólo por un deseo miope o egoísta. Pero puede recordarnos que el futuro de muchas especies está en realidad en nuestras manos. ¿Van a unirse a nosotros en el movimiento hacia la comunidad abierta de Dios? ¿O vamos a impedírselo? Dios nos permite dar forma a ese futuro, para bien o para mal.
Hebreos 2:5-12 alude al Salmo 8, a fin de seguir haciendo afirmaciones extravagantes (iniciadas en Hebreos 1:1-4) acerca de Jesús. El autor habla de forma tan extravagante debido a la convicción de que el fin de toda la historia se había acercado (Hebreos 1:2). Después de 2.000 años, los cristianos debemos tener cuidado de no utilizar estas afirmaciones acerca de Jesús como excusa para ignorar lo que Dios ha estado haciendo en otras comunidades de fe, especialmente en el judaísmo. Dios viene a nosotros en nuestra carne, en nuestra condición, "de muchas y diferentes maneras" (Hebreos 1:1). Nosotros, los cristianos, hemos descubierto que la forma de la vida, muerte y vida resucitada de Jesús es definitiva, incluso para la forma como concebimos a Dios (Hebreos 2:8-12). No tenemos que pedir disculpas por ello, pero no debemos esperar que otros se disculpen por decir las cosas de manera diferente - ¡no, si nos creemos lo que decimos sobre la forma de vida de Jesús!
¿Cómo te abre la forma de vida de Jesús a la fe de otros?
Los escritores de Job 1:1, 2:1-10 y del Salmo 26, se niegan a ver el triunfo aparente del mal como la última palabra sobre nuestra vida o la vida de Dios. Frente al mal, Job se niega a ponerse a sí mismo o a Dios bajo una maldición. Los retratos de Dios en este libro son inquietantes, y el libro no ofrece ninguna explicación de por qué sufren los inocentes. Pero Job se niega a "culpar a la víctima" (¡a sí mismo!). Al final del libro, Dios elogia esa actitud (Job 42:7). El salmista también se niega a ver el mal como un juicio de Dios. Situado al lado de los otros pasajes de este día, nos invita a ver a Dios trabajando y hablando a través de esta negativa a culpar a la víctima. Incluso vemos que Dios se revela en la persistente insistencia de Job de que Dios no tiene más remedio que ser justo pese a todo, y también en el rechazo a verse a uno mismo, o cualquier otra persona, como bienes defectuosos.
¿Cuándo te has dado cuenta de que sus afectos no te convierten en un bien defectuoso? ¿En qué te ha afectado?
ORACIÓN INCLUSIVA
Dador de toda vida, actúa entre nosotros y a través de nosotros, en nuestro amar y en nuestro vivir. Atráenos a tu comunidad de acogida. Amén.
Versión original en inglés: Out in Scripture