14.7.11

Divino Amante

17 de julio de 2011
Domingo 16º de Tiempo Ordinario. Año A.
¿Dónde encuentras a Dios, en el miedo y en la huida, o en la fidelidad y la libertad?

Génesis 28:10-19a sitúa a Jacob en un lugar desconocido a causa de los continuos conflictos familiares en el hogar dividido de Isaac y Rebeca. Su hijo Esaú, habiendo renunciado a su derecho de primogenitura, planea ahora matar a Jacob. Pero Rebeca interviene para protejer a su hijo favorito, Jacob, aconsejándole que huya. Su auto-impuesto exilio, sin embargo, no sólo significará su supervivencia, sino también la extensión de los propósitos de Dios, así como el encuentro de Jacob con Dios.

Habiendo abandonado su hogar y especialmente a su madre para huir, Jacob se acuesta de noche para dormir. En medio de la alienación, el peligro, el auto-exilio, el aislamiento y la ubicación desconocida, él encuentra a Dios. Su huida y auto-exilio se replantean como sitios de nuevas posibilidades. Sueña con una escalera y con la presencia de Dios. Dios, en su gracia, se le aparece y sorpresivamente renueva al fugitivo Jacob las promesas hechas previamente a Abraham de proveerle tierra y descendencia.

El amor de Dios es siempre sorpresivamente personal. ¿Cómo ha tocado el amor sorpresivo de Dios tu vida y tu situación?

El Salmo 139:1-12,23-24 continúa con el tema de la huida hacia los brazos de Dios. El salmista se da cuenta de que Dios está en todas partes, conociendo los pensamientos y acciones del salmista. No hay a dónde huir, no hay ninguna situación de desesperación, de estrés, depresión o conflicto de la que Dios esté ausente. Sin embargo el salmista no lamenta este encuentro ni busca evitarlo ni se siente perseguido por Dios. El salmista recibe y acoge el abrazo siempre presente de Dios. Básico para el salmo es el amor de Dios, que ama al salmista que a su vez lo ama a él, a sí mismo y a su comunidad. El Salmo 86:11-17 celebra una confianza y una seguridad similares.

¿Cómo le contarías a alguien la historia de tus encuentros con Dios? ¿Qué personas y hechos aparentemente improbables formarían parte de los mismos? ¿Qué nos dice esto de cómo actúa Dios en la vida humana?

Romanos 8:12-25 continúa poniendo en contraste dos formas de vida bajo los epígrafes de "carne" y "espíritu" (ver el comentario de la semana pasada). El primer término se refiere a una forma de vida hostil a los propósitos dadores de vida de Dios; el segundo se refiere a una forma de vida que participa de los modos amorosos de Dios. Es el segundo el que domina este pasaje. La vida en el Espíritu ofrece un carácter acogedor para las comunidades LGBT. Significa tener la identidad especial de ser hijos de Dios (verso 14). Significa liberarse del miedo (verso 15). No significa escapar del sufrimiento y los quebrantos del presente (verso 18). No significa solo la experiencia de salvación presente, sino también un esperanzador anhelo de participar en el establecimiento final de los buenos propósitos de Dios (8:19-20). Significa ser liberados de las ataduras, y el reconocimiento de solidaridad con toda la creación de Dios (8:22-23). La vida en el Espíritu es una vida de esperanza, no de falta de tesón ni de coraje, sino de participación activa en los caminos de Dios y de anticipación de su realización plena.

Mateo 13:24-30,36-43 describe el crecimiento conjunto de cizaña y trigo hasta el juicio final, cuando la cizaña será destruida. Esta parábola ha sido empleada con frecuencia como un "texto de terror", un arma que amenaza a las personas con la condenación en el infierno. Algunos grupos la han usado para declarar el inevitable juicio sobre aquellos a quienes se oponen por cualquier razón (p.ej. sobre las personas LGBT). Estas lecturas están absolutamente fuera de tono, en parte porque usurpan el papel de Dios. Pero además ignoran otro énfasis que recorre esta parábola. La "buena semilla" plantada por el amo produce trigo en abundancia. Este trigo abundante no puede ser nunca confundido con la cizaña. Usando términos de la lectura de Romanos 8, una vida que se caracteriza por agradar activamente a Dios, el amante divino, descalifica los infructuosos intentos de quienes con odio declaran que el trigo es la cizaña.

Como el pueblo judío, el pueblo LGBT puede aprender a argumentar creativamente con los textos bíblicos. ¿Cómo puedes luchar con este texto hasta que produzca "buena semilla" para ti, para tu comunidad e incluso para tus adversarios?

Oración inclusiva

¡Oh Amor, que no nos dejas marchar:
enséñanos a amarnos a nosotros mismos y a los demás
como tú nos amas!
Cuando encuentres temor en nosotros,
remplázalo por confianza y esperanza;
y llévanos a mostrar compasión por todos,
por amor de tu nombre.
Amén.