3.7.10

Del silencio al ministerio

4 de junio de 2010 
Domingo 14 de Tiempo Ordinario. Año C.


Nuestro camino de fe incluye reclamar la memoria y los métodos de nuestros mentores, de quienes nos han precedido, de quienes han demostrado que Dios es fiel incluso en las situaciones más difíciles.


Como el gobernante de 2 Reyes 5: 1-14, somos llamados a poner en práctica los dones que nos han sido dados. Como a Naamán, se nos reta a desechar nuestra necesidad de las obras portentosas que Dios puede realizar, para que actuemos  en las pequeñas cosas que Dios nos está invitando a hacer. Por ejemplo, mientras que quisiéramos cambiar las leyes del país, puede que se nos esté pidiendo que mejoremos nuestra relaciones con nuestra propia pareja.


¿Cómo afecta a tu manera de vivir la creencia profunda de que eres digno de ser llamado por Dios? ¿Qué pequeñas cosas puede estar Dios pidiéndote que hagas, en contraste con lo portentoso?


El Salmo 30 proviene de las experiencias reales del salmista. Recordamos los tiempos y lugares de nuestra vida cuando las cosas eren realmente difíciles, como si estuviéramos en la fosa (verso 3) -y lo que se siente al salir de ese lugar. Dios está ahora presente y se complace con las risas y el gozo sincero. ¡Cuánto baile en presencia de Dios!


Oímos también que Dios cambia el luto en danza (verso 5), para hacer que el pueblo experimente este sentimiento de gozo. Mientras que algunas personas pueden experimentar esto, la libertad de estar gozosamente fuera del armario no está a disposición de toda la comunidad LGTB, especialmente de las comunidades LGTB de color. Oímos la llamada a creer en la promesa de Dios más allá de la fosa, y  a no estar callados. Recuerda que la llamada a no permanecer callado no es sólo por nosotros, sino por Dios y su integridad. Salir del armario social y espiritualmente es una causa santa, merecedora de gran acción y de gran celebración.


Gálatas 6: 1-16 nos desafía sobre nuestra disposición a cultivar el autocontrol, el valor y la fortaleza necesaria para ser una presencia amable para aquellos que nos ofenden. ¡Oh, el cansancio en la tarea! ¡La misma conversación una y otra vez! Sin embargo se nos encarga que no nos cansemos de hacer el bien, que trabajemos por el bien de todos, incluso de aquellos que se consideran nuestros enemigos. No nos permitimos el lujo de leer este texto como si los señalara a "ellos". Tenemos que leer el texto como si se dirigiera a "nosotros".


¿Qué te parece reconciliarte con alguien que te ofende y restaurarlo en un espíritu de amabilidad? ¿Cómo afecta el poder o la relativa falta de poder (social y eclesiástico) a tales interacciones?


En Lucas 10: 1-11, 16-20, el leccionario presenta dos movimientos: primero, el envío de los 70 discípulos de Jesús con indicaciones sobre su ministerio y la hospitalidad, y segundo, el informe de los 70 cuando vuelven de su misión. Desafortunadamente, el leccionario pasa por alto los comentarios sobre Sodoma en Lucas 10: 12-15. Esta omisión agrava la ignorancia sobre Sodoma. Pocos caen en la cuenta de que Jesús, habiendo nombrado la falta de hospitalidad, llama la atención sobre el pecado comparable de Sodoma. ¿Quiénes eran los sodomitas? Eran personas que negaron la hospitalidad a los extranjeros, personas que querían usar y abusar de los ángeles que Dios había enviado (Ver Génesis 17-19). Así que Jesús dice: "Si no ofreces la hospitalidad debida, será peor para ti que para Sodoma, que no ofreció la hospitalidad debida".


A la comunidad LGTB y a nuestros aliados: nosotros también somos enviados por Jesús a ministrar y proclamar que el Reino de Dios está cerca. Somos responsables de nuestras acciones, no de los actos de hospitalidad o falta de hospitalidad que recibimos.


¡Qué irónico que la traducción de la Biblia del rey Jaime haya sido usada frecuentemente para interpretar que "sodomía" habla de homosexualidad en vez de falta de hospitalidad! ¡Es especialmente irónico, ya que el amante gay del rey Jaime, Georges Villiers, duque de Buckingham, está sepultado cerca de él en la Abadía de Westminster! [Ver. Mel White's Religion Gone Bad: The Hidden Dangers of the Christian Right, p. 136-137.] Tenemos una oportunidad de ir más allá de esa muestra primera de la propia homofobia del rey Jaime cuando leemos toda la sección: Lucas 10, 1-20, e incluimos una discusión de la falta de hospitalidad como el pecado de Sodoma. No permitamos que el leccionario silencie la justicia para las personas LGTB una vez más.


Tampoco puede estar callado sobre la llamada a la responsabilidad. Jesús proclama que un tiempo de  juicio está llegando. Es una llamada de atención para los cristianos que se sientan en las iglesias pensando que despierten que está bien maltratar a la gente. Habrá un día cuando todos tendremos que responder de nuestras acciones. Como dice Pablo en Gálatas, ¡cosechamos  lo que sembramos!


¿Dónde están los lugares de mayor  hospitalidad y falta de hospitalidad para las personas LGTB? ¿De qué manera tú -y tu propia comunidad de fe, tanto en la iglesia como en la comunidad LGTB- niegan u ofrecen al pueblo de Dios?


Oración inclusiva


Santo y amoroso Dios,
nos llamas en momentos de grandeza y en momentos corrientes.
Nos llamas para que salgamos de la fosa de la desesperanza
y nos devuelves a aquellos que viven en sus sombras,
para anunciarles tu gracia, compasión y verdad.
Infunde en nosotros los dones de la fe, la esperanza y el amor,
para que podamos confiar en ti en tiempos de tribulación.
Mantén la visión de tu Reino cercano ante nosotros.
Que vivamos en comunión contigo
y con todos los que llevan tu imagen.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús el Cristo. Amén.