8.5.10

Una nueva visión de la humanidad


Domingo 6º de Pascua. Año C.
El amor salvador de Dios nos desafía a todos a asumir una nueva visión de la comunidad, que acepta y afirma la igualdad y la legitimidad, tanto de las personas en el poder, como de aquellas que están en los márgenes.
Hoy conversan Bridgette Young, Mark D. Jordan y David O. Jenkins.
Hechos 16:9-15 señala el comienzo de la predicación Evangelio en otras partes del Imperio romano, más allá de los confines de Palestina. En este pasaje, viajaremos con el neoconverso Pablo y sus compañeros a lugares de poder y a la periferia. Pablo se encamina a Filipo, una destacada colonia romana (en lo que ahora es el noreste de Grecia) llena de soldados, mercaderes, oficiales del gobierno y aristócratas. Aquí, en medio del poder y del privilegio imperial, el Evangelio será predicado tanto gentiles como a judíos. La cultura dominante, las costumbres legales, las prácticas sociales y religiosas serán desafiadas con una nueva visión.

Cuando imaginas una comunidad de justicia y amor, ¿a quién incluye la visión?
Pablo y los viajeros buscan el lugar donde la comunidad judía local oraba. Pablo se detiene fuera de las puertas de la ciudad de Filipo y descansa en la ribera de un río para predicar a un grupo de mujeres. Lidia, una rica mujer de negocios, es conmovida por el mensaje del Evangelio y abre su casa, como también su corazón, a Pablo y a sus compañeros. El río, un lugar para excluidos, ahora se convierte en un río de vida.
Este pequeño acontecimiento comporta grandes lecciones -quizá especialmente para creyentes LGTB. Nos recuerda que, a menudo, hemos sido forzados a vivir como vagabundos y cuánto dependemos de la hospitalidad LGTB para sobrevivir para sobrevivir y formar un nuevo hogar. El pasaje proclama la buena nueva de que el lugar del Evangelio está tanto en las sedes de poder como en los márgenes. Los soldados, la nobleza y los legisladores son confrontados por una nueva visión del mundo. Aquellos que están en los márgenes, como las mujeres que se encuentran fuera de las puertas, también escuchan la buena noticia y se convierten en sus portadoras para el mundo.
¿Dónde están los lugares, las riberas de aislamiento en nuestra sociedad, adonde el Evangelio puede traer una nueva vida y esperanza a las personas, tanto dentro como fuera de esas comunidades?
El Salmo 67 tiene el tema de la bendición universal de Dios a todas las naciones. Nos recuerda que el amor salvador, la gracia y la justicia de Dios está abierta y disponible para todos. Si dejamos de oírlo, el mensaje se nos repite: Dios bendice. Dios brilla. Dios salva. Dios bendice. La bendición y el brillo no es sólo para un individuo, sino también para las naciones y para toda la tierra.
Apocalipsis 21:10,22-22:5 se hace eco de los temas de la bendición y la esperanza en la revelación a san Juan. Es una palabra de esperanza de la bendición definitiva y eterna a los que han sido fieles a pesar de ser excluidos, oprimidos e incluso exiliados. Sin embargo, esa exclusión inicial puede ser problemática para muchos lectores. Apocalipsis 21:27 dice que "ninguna cosa impura o que haga abominación y mentira" entrará en la ciudad. Muchos miembros de la comunidad LGTB conocen el dolor de tener las palabras "abominación" e "impureza" como etiquetas pegadas sobre ellos y sus vidas. Las personas LGTB no debería interiorizar estas palabras como una condena específica de sí mismos. Toda la humanidad es sujeto de la vergüenza de la idolatría. No son la orientación sexual ni la identidad de género las que generan abominación, sino nuestro elevar aquellas cosas del orden creado al nivel de "dioses" en nuestras vidas.
Dios nos llama a ser buenos administradores de todos los dones y bendiciones que se nos han otorgado, incluyendo la sexualidad humana. Cuando hacemos ídolos del dinero, el poder, las instituciones, las relaciones y sí, incluso nuestra sexualidad, entonces estamos en peligro de no entrar en la ciudad de la luz -simplemente porque preferimos quedarnos en las sombras.
¿Cómo podemos permanecer fieles incluso cuando somos excluidos u oprimidos?
En Juan 5:1-9, aprendemos que la sanación viene de direcciones insospechadas cuando el egoísmo da paso a la confianza y el valor. A quien, incapaz de andar, ha estado esperando largos años, se le dice que debe alcanzar el agua primero para ser curado. Nadie le ayudará a llegar al agua. Todos se apresuran adelantándolo. Pero Jesús le dice, "No necesitas llegar al agua. Te ayudaré a caminar". Jesús ejemplifica la clase de ayuda que muchas personas LGTB han experimentado. Somos sanados espiritualmente, no según las reglas que nos han enseñado, sino confiando en alguien que está a nuestro lado en el amor.
¿Cuándo han sido las personas LGTB bendecidas o sanadas por aquellos de quienes no se esperaría tal compasión?
 ORACIÓN INCLUSIVA

Dios de nuestro caminar,



en nuestro gozo, en nuestra tristeza y en nuestro enojo,
confiamos sólo en tu amor constante y tu guía.
Hermanas y hermanos de diferentes colores, edades,
orientaciones sexuales y capacidades,
¡somos uno en Cristo!
Caminemos todos juntos.
Amén.
Versión original en inglés: Out in Scripture.