Jueves Santo. Año C.
La Pascua, la Cena del Señor y el lavatorio de los pies son todos ritos recordados en las lecturas del Jueves Santo. ¿De qué manera expresan la acción liberadora de Dios? ¿De qué manera nuestra práctica particular y nuestra comprensión de tales ritos refuerzan la opresión?
Conversan Randall Bailey, Warren Carter y Christine Smith.
Éxodo 12:1-4 (5-10),11-14 exhibe la actitud "por vosotros" de Dios hacia los que están oprimidos. El relato del primer rito judío de la Pascua se centra en el compromiso de Dios de hacer por el pueblo lo que ellos no pueden lograr por sí mismos: Dios libera a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Las diversas plagas no han aflojado el yugo egipcio sobre ellos, así que Dios golpea a los primogénitos de Egipto, exhibiendo poder para liberar al pueblo. Dios dispensa a los primogénitos de los israelitas "pasando de largo" por los hogares cuyas puertas estaban marcadas por la sangre sacrificial de un cordero. Esta acción violenta y portadora de muerte indica la seriedad con la que Dios se enfrenta a las estructuras opresivas que infligen daño a las personas en vez de mejorar sus vidas.
¿Qué preguntas tienes que hacer sobre la Pascua? ¿Cuáles fueron los poderosos resultados de celebrar la primera Pascua? ¿Cómo nos aseguramos de que nuestra comprensión de las luchas de liberación, no se desvía en meros rituales religiosos como suplantación de las acciones de lucha?
Como con los salmos 31 y 118 seleccionados para el Domingo de Ramos, el Salmo 116:1-2,12-19 da gracias a Dios por la liberación de la angustia pasada. Y como con esos salmos, los salmos de hoy omiten la naturaleza de esa angustia. Los versos 3-11 detallan una situación en la que la muerte parece haber sido inminente, sugiriendo que el salmista ha experimentado una enfermedad con riesgo de muerte (116:3,8). En esta angustia, el salmista implora la intervención salvífica de Dios que experimenta en una nueva vida (116:1-2,6). Habiendo sido liberado, el salmista promete a Dios que cumplirá los votos que le ha hecho (presumiblemente durante la enfermedad) como expresión de gratitud. El salmo nos desafía a considerar qué actos de culto y servicio llevaremos a cabo en agradecimiento a las acciones dadoras de vida de Dios.
¿Cómo expresas tu gratitud por las acciones dadoras de vida de Dios? ¿A qué expresiones de amor y a qué actos de liberación podría estar Dios llamándote a ti y a tu comunidad?
Aunque de la lectura de 1 Corintios 11:23-26 se seleccionan sólo tres versículos, toda la sección de 11:17-34 trata de la celebración de la Cena del Señor. Las instrucciones sobre su significado en 11:23-26 se dan en el contexto de la atención de Pablo a las estructuras y prácticas de la comunidad reunida. El apóstol Pablo no está contento porque la comunidad celebra la Cena del Señor en un contexto de comidas, facciones y relaciones sociales que reflejan y refuerzan las divisiones de la sociedad. En la comida, algunos tienen mucho que comer y beber mientras que otros no tienen lo suficiente. Pablo describe este comportamiento como una muestra de menosprecio por la iglesia, humillando a los pobres e invalidando la celebración de la Cena del Señor (11:20-22).
En contraste con dichas interacciones sociales, las instrucciones sobre la Cena del Señor resaltan el carácter "por vosotros" de la vida y la muerte de Jesús (1 Corintios 11:23-26). Al igual que el pan, su cuerpo se parte "por vosotros" (versículo 24). Su sufrimiento y muerte a manos de la élite judía y romana, afectan no sólo a Jesús sino también a nosotros. El pasaje elabora su impacto en nosotros en términos de un nuevo pacto o compromiso de relación fiel con Dios, memoria o participación en el ministerio dador de vida y en la muerte de Jesús, y anticipación del regreso de Jesús para establecer los propósitos de amor y justicia de Dios en plenitud. Su muerte es en solidaridad con todos aquellos que sufren injustamente y urge un modo de vida comunitario inclusivo entre los discípulos, marcado por el mismo carácter "por vosotros".
Cuando tu congregación celebra la Cena del Señor, Santa Comunión o Eucaristía, ¿refleja esta experiencia relaciones de poder dentro de tu comunidad de fe? ¿Cómo se vive a Cristo en la celebración? ¿Cuándo la has vivido como especialmente liberadora o quizá, por el contrario, opresiva?
Juan 13:1-17,31b-35 comprende parte de Juan 13-17, usualmente llamado el "discurso de despedida". Jesús sabe que su "hora" de regreso al Padre a través de su muerte, resurrección y ascensión está próxima (13:1-3). En los capítulos 13-17, Jesús instruye a sus discípulos sobre una vida fiel en medio del mundo de Roma en su ausencia, reafirmándolos y guiándolos como una comunidad de discípulos (13:31-35). Su ausencia no significa abandono. Antes bien, como una comunidad de seguidores suyos, se les encarga un modo de vida que participa en los propósitos de Dios, que son antitéticos con los valores de la ética imperial de dominación y propio beneficio. Los seguidores deben manifestar el amor transformador de Dios por el mundo, continuando de este modo la misión de Jesús en él (3:16).
Dos dimensiones de este texto reclaman un especial comentario. Lavando los pies de los discípulos, Jesús asume el papel de esclavo. El esclavo desempeñaba un papel ambiguo en la sociedad romana. Los esclavos -tanto hombres como mujeres- podían haber nacido en esclavitud o tener su origen en los territorios extranjeros conquistados por Roma. Frecuentemente los esclavos carecían de poder, eran degradados sexualmente y de bajo estatus. La esclavitud abarcaba dimensiones de raza, de estatus y de género. Sin embargo, los esclavos podían también tener a menudo un prestigio y un poder considerables, derivados de la asociación con un amo poderoso. Aunque tenían pocos derechos y estaban a disposición de los poderosos, un esclavo era sin embargo crucial para la economía y el funcionamiento social del Impero Romano. El esclavo era a la vez un objeto y un agente de la dominación romana.
El pasaje asume esta identidad sin crítica pero la emplea para ejemplificar los propósitos de Dios. La tarea central de un esclavo era procurar el bien de los demás. Jesús asume el papel de los carentes de poder y silenciados para demostrar a los discípulos que la lucha por la liberación abarca a todos los grupos, incluso a aquellos sin estatus ni poder. Sus acciones manifiestan el amor liberador de Dios que procura el bien de los demás. Que Jesús les hubiera lavado los pies significaba que los discípulos participaban a la vez en la recepción de este amor radical de Jesús (13:8) y en el papel de Jesús de manifestarlo a los demás (13:12-17). Manifestar el amor de Dios por toda la creación, incluyendo el amor mutuo tanto como el amor al mundo que los rechaza (3:16), constituye la verdadera identidad de la comunidad de los discípulos. Claramente, como las personas LGTB, entre otras saben, la iglesia no siempre ha asumido con fidelidad la identidad y la misión de Jesús de vivir el amor de Dios para los demás. Sin embargo, las palabras de Jesús continúan llamándonos a esta forma de vida en comunidades compasivas que existen "por los demás".
¿Qué piensas sobre las presentaciones evangélicas de Jesús asumiendo los horrores de la sociedad opresiva como la esclavitud? ¿Ves en la presentación de Jesús como un esclavo que lava los pies, una aceptación de la esclavitud o una crítica de la esclavitud? ¿Cómo te afectan personalmente estas preguntas?
La narración de Juan también incluye algunos elementos sorprendentemente homoeróticos. Jesús se quita su manto (Juan 13:4) y se ciñe una toalla, toca los pies de los discípulos al lavarlos y secarlos (13:5). Pedro primero rechaza que Jesús le lave los pies, pero después le pide a Jesús que le lave también sus manos y su cabeza (13:6-10). Posteriormente, Jesús le da el pan de su mano a Judas (13:25-26). La escena manifiesta algunas de las formas más íntimas y táctiles de interacción entre el grupo de Jesús y sus discípulos en su trato mutuo.
¿Qué te incomoda o te complace en esta lectura sensual del pasaje? ¿Qué consuelo y desafío trae a las personas LGTB de fe y a la más amplia comunidad de fe?
ORACIÓN INCLUSIVA
Ayúdanos, oh Dios, a estar dispuestos para la liberación que nos tienes preparada. Ayúdanos a tener el valor no sólo de comprometernos con ella, sino ayúdanos también a no crear rituales que desactiven el poder transformador de lo que tú has hecho y continuas haciendo en el mundo. Amén.
Versión original en inglés: Out in Scripture