Miércoles de Ceniza. Año C
¿Has "dejado" alguna vez algún hábito durante el tiempo de Cuaresma? Este año, en vez de "dejar", intenta probar nuevas prácticas de discipulado.
Joel 2:1-2, 12-17 o Isaías 58:1-12; Salmo 51:1-17; 2 Corintios 5:20b-6:10; Mateo 6:1-6, 16-21
Esta semana conversan Kharma Amos, Greg Carey y Jacquie Church Young.
Señalando el primer día de la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza evoca imágenes de arrepentimiento, mortificación, renuncia y autonegación. Cuando pensamos en la Cuaresma, frecuentemente imaginamos gente dejando todo, del chocolate al sexo. Sin embargo, muchas personas de nuestras comunidades de fe ya han cumplido el mérito de una vida de automortificación y negación. Si necesitamos aún corrección y renovación, quizá dedicar este tiempo a "dejar" no sea el único camino.
Kharma Amos sugiere, "si las personas LGTB y sus aliados quieren dejar algo por Cuaresma, quizá deberíamos renunciar a la vergüenza sobre nuestra orientación sexual o identidad de género, o dejar de culparnos por las relaciones amorosas que nos proporcionan gozo, o salir del armario que nos impide vivir nuestras vidas abiertamente, auténticamente y abundantemente".
Podríamos reclamar otro sentido clásico de la Cuaresma: la Cuaresma nos permite preparar la Semana Santa. Nos llama a situar nuestra imaginación al paso de Jesús y sus discípulos en su subida a Jerusalén. Podríamos también reclamar un sentido clásico de arrepentimiento: arrepentimiento seguramente significa apartarse de los modelos de vida que llevan a la muerte, pero también significa volverse hacia el camino de Cristo. Mejor que enfatizar las cosas que deberíamos dejar, quizá la Cuaresma ofrece una oportunidad para probar nuevas prácticas de discipulado.
¿Cuál es tu oración de Cuaresma este año? ¿Qué podría estar Dios llamándote a asumir para vivir la vida más fielmente?
Apuntando a la canción de Barrio Sésamo "Deja tu patito de goma", Jacquie Church Young ofrece una prometedora imagen para la Cuaresma. "Epi, el personaje de Bario Sésamo, quiere tocar el saxofón. Pero para aprender, debe dejar su querido patito de goma lo suficiente para probar algo nuevo. El patito se sienta ahí esperando. Todavía estará ahí más tarde. Algunas veces no se trata de dejar por completo, sino de liberarnos a nosotros mismos, nuestras mentes, nuestro tiempo, nuestros corazones, nuestras manos de siervos, para probar un nuevo camino". Los pasajes de hoy nos invitan a abrazar un nuevo camino. ¡Ahora es el tiempo oportuno para tales caminos nuevos! ¡Ahora es el día de la reconciliación!
Quizá podríamos adoptar una nueva práctica cuaresmal, la práctica de compartir comidas con las personas en el margen de nuestras vidas. Podríamos traspasar las barreras de raza, estatus, capacidad y sexualidad para participar en la obra de la reconciliación. Los líderes pastorales podrían asumir una oportunidad de subrayar la reconciliación dentro de la específica liturgia de hoy para el Miércoles de Ceniza.
Al comenzar el tiempo de Cuaresma, ¿dónde ves necesidad de reconciliación en nuestro mundo? ¿Cómo podría estar Dios llamándote a ti y a tú congregación para ayudar a la reconciliación y a la sanación?
En 2 Corintios 5: 20b-6:10, Pablo se dirige a comunidades que han experimentado la división. Los estudiosos contemporáneos ven signos en las cartas de Pablo de que la división en Corinto reflejaba más que simples diferencias teológicas. Algunos creyentes estaban demandando a otros ante los tribunales (1 Corintios 6: 1-9). Otros creyentes debatían asuntos de género, sexualidad y poder. Aparentemente las personas con medios económicos disfrutaban de su asistencia a las comidas comunitarias, menospreciando implícitamente a aquellos que carecían de esos medios (ver especialmente 1 Corintios 11: 20-22). Cuando Pablo compone 2 Corintios, algunas de esas divisiones han desaparecido aparentemente, pero la irritación continúa. La reconciliación dentro de la iglesia constituía un serio desafío para Pablo y sus compañeros. A menudo la iglesia proporciona el primer lugar donde trabajar por la reconciliación.
En el contexto de nuestro mundo actual, encontramos titulares cada semana sobre divisiones y separaciones en la iglesia, muchas de las cuales alegan estar basadas en desacuerdos sobre asuntos de sexualidad. La carta de Pablo es un poderoso recordatorio para nosotros de que, antes que uno de los mayores ejemplos de división en nuestro mundo, se supone que la iglesia ha de ser el primer lugar de trabajo por la reconciliación. Es tiempo de que los líderes pastorales ayuden a las congregaciones a redescubrir este papel crucial, mediante la apertura del debate y la concreción de experiencias de reconciliación.
Como si necesitáramos motivación, el profeta Joel proclama con urgencia (Joel 2: 1). "¡Tocad la trompeta!" y "¡Convocad la asamblea!". El autor de Isaías 58: 1-12 pregona: "¡Clama a voz en cuello, no te detengas, alza tu voz como una trompeta!" Las exhortaciones de Joel e Isaías nos llaman a examinar el tiempo. Hasta una somera mirada a la sociedad revela la dramática necesidad de justicia y reconciliación. Cuando un segmento de la sociedad echa la culpa a otro -y la comunidad LGTB sabe esto muy bien- estamos desgarrando nuestra propia cultura por las costuras. Isaías 58 en particular evoca una sociedad que ofrece piadosos tópicos, mientras desgarra a los débiles dentro de ella. Dios llama a una respuesta diferente: actos de justicia, de liberación, sanando, alimentando, vistiendo, dando cobijo (versos 6-7). Como el pueblo que busca la vida, hagamos sonar la trompeta, confesando nuestra propia participación en los caminos de alienación y muerte.
¿Dónde están los lugares de injusticia en los que parece que nadie denuncia? ¿Cómo podríais tú y quienes conoces hacer "sonar la trompeta" por la justicia?
La conciencia de tu propia participación en la ruptura de la sociedad provee un contexto para la lectura del Salmo 51: 1-17. El Salmo 51 evoca introspección y hasta duelo. La historia en la que está basado el Salmo se encuentra en 2 Samuel, capítulos 11 y 12. En la imaginación popular la historia del rey David es la de la debilidad y el pecado individual. El pobre David, conducido por la lujuria, toma a la mujer se su deseo. Pillado en la trampa de un potencial escándalo, intenta una solución tras otra, enredándose cada vez más, hasta que finalmente provoca un homicidio como encubrimiento. Seguramente el Salmo 51 se dirige a esa debilidad personal y sus consecuencias.
Los lectores advertidos, sin embargo, ven más allá del individualismo del abuso de poder y el privilegio. El acto de David contra Betsabé, la mujer, difícilmente es la aventura amorosa que las películas han pretendido que sea. Él abusa de su estatus real enviando hombres a la puerta de ella, básicamente forzando su consentimiento. Él trama contra el marido de Betsabé, Urías, un extranjero, aunque soldado leal. David expone a muchos otros a un riesgo de muerte. Los delitos de David implican el abuso de poder y privilegio al menos tanto como implican lujuria desbocada. Durante la Cuaresma, quizá debamos cuestionar nuestro propio privilegio y las divisiones que este crea dentro de nuestro mundo de relaciones. Cuando miramos a nuestro mundo roto, seguramente, nuestro pecado "está siempre delante" de nosotros (Salmo 51: 3).
La comunidad LGTB y sus amigos se relacionan con el poder y el privilegio de un modo complicado. Hay por qué celebrar nuestros logros y nuestra potencial influencia en la sociedad. Al mismo tiempo vivimos en una cultura que usa ampliamente su poder contra los grupos LGTB y otros grupos marginados. Nuestras diversas experiencias podrían abrirnos una nueva forma de referirnos a David, Betsabé y Urías.
¿De qué maneras podríais tú y la comunidad LGTB conectar con los personajes y las experiencias descubiertos en la historia de 2 Samuel y expresados en la oración del Salmo 51? ¿Qué salmos, oraciones de perdón, renovación y sanación, ofrecéis a Dios tú y tu comunidad el Miércoles de Ceniza?
Cuando exploramos nuevos senderos de fidelidad, Mateo 6: 1-6, 16-21 nos advierte de un peligro inminente. Estas enseñanzas, parte de la narración del sermón de la montaña (Mateo 5: 1-7:27), advierten de que en cualquier práctica que emprendemos, deberíamos estar atentos al peligro de autobombo o, más probablemente de autoalabanza.
Kharma Amos pone el acento en que "muchas personas LGTB conocen demasiado bien el daño que se puede hacer, cuando los actos externos, realizados para el beneficio y la aprobación de los demás, contradicen nuestros secretos pensamientos y el más verdadero sentido del yo". Mateo 6: 1-6, 16-21, nos invita a explorar nuevos caminos de fidelidad que enraícen nuestras prácticas espirituales en las almas desnudas auténticamente ante Dios.
En este tiempo de Cuaresma, nos podemos beneficiar de explorar prácticas espirituales que surgen de algún lugar del interior profundo, desde nuestro camino hacia la vida y la plenitud. También podemos animar a otros a explorar dichas prácticas espirituales. Sin embargo, siempre que luchamos por la coherencia entre nuestras más profundas verdades y nuestras prácticas encarnadas, debemos permanecer alerta de los peligros de autobombo o autoalabanza. Nuestra fidelidad está finalmente determinada por Dios, no por el juicio o aprobación popular de los demás.
En una época en la que los titulares de prensa gritan muerte y división, el Miércoles de Ceniza abre un espacio diferente. Nuestro pecado está siempre delante de nosotros, como dice el salmista, como lo está nuestra mortalidad. La Cuaresma nos proporciona la oportunidad, sin embargo, de vivir hacia la vida y la reconciliación a través de nuevas prácticas de culto y de discipulado.
ORACIÓN INCLUSIVA
Dios que reconcilias y renuevas,
oímos tu urgente llamada.
En este tiempo de Cuaresma,
libéranos de todo lo que nos puede estorbar
para responderte
con toda nuestra vida y dedicación.
Danos corazones nuevos, apasionados por tu paz y tu justicia.
Amén.
Versión original en inglés: Out in Scripture