Domingo 1º de Adviento. Año C.
El Adviento es la preparación de la iglesia para el nacimiento de Jesús. ¿Por qué empieza entonces el Adviento con una historia sobre el final?
Jeremías 33:14-16; Salmo 25:1-10; 1 Tesalonicenses 3:9-13; Lucas 21:25-26
Esta semana conversan Michael Joseph Brown y Shively T. J. Smith.
Lucas 21: 25-36 puede ser un texto difícil de entender, especialmente durante lo que se supone que es un tiempo de gozo. Nos preparamos para celebrar la venida de Jesús en Navidad, pero este pasaje apunta al final de una era. Jesús cuenta a sus discípulos que llegará el tiempo en que la gente desfallecerá “por todo lo que se les viene encima, pues hasta las fuerzas celestes se estremecerán” (Lucas 21: 26). El giro interesante es que aunque este parecería ser un texto pesimista, en realidad es lo contrario. Este periodo de tiempo caótico, cuando poblaciones enteras serán confundidas “a causa del bramido del mar y el ímpetu de su oleaje” (Lucas 21: 25), es justo el tiempo de los dolores de parto de una nueva era de justicia (Lucas 21: 25).
Jeremías 33: 14-16 cumple su propósito más claramente. El profeta nos cuenta que Dios nos ha prometido que un día viviremos en un país donde la justicia y la rectitud reinarán. En lugar estar desesperados por los rápidos y a veces confusos cambios que están sucediendo a nuestro alrededor, Jesús nos dice: “Cuando todo esto comience a suceder, cobrad aliento y levantad la cabeza, porque vuestra liberación ya está cerca.” (Lucas 21: 28). Los cambios, especialmente si son enormes cambios sociales, son con frecuencia difíciles de aceptar por nosotros. En otras ocasiones, aquellos que presionan por tales cambios se encuentran con fiera resistencia. El evangelio nos cuenta, sin embargo, que este cambio será acogido como una preparación para la nueva era que será introducida por Jesucristo.
¿Dónde ves cambios sociales emergentes en la sociedad? ¿De qué manera la iglesia y la sociedad muestran resistencia o apoyo a esos cambios?
Para las personas LBGT, luchar por el cambio en nuestra sociedad es un desafío que puede sentirse como una carga. Los avances en un frente pueden encontrarse con frecuencia con el estancamiento e incluso la regresión en otros frentes. Ser un agente de cambio puede llevarnos al punto de la desesperación. 1 Tesalonicenses 3: 9-13 nos urge, sin embargo, a encarar los cambios con la confianza de que Dios está trabajando con nosotros para crear un mundo en el que todos los individuos puedan vivir con dignidad. En lugar de cinismo y desesperación, el apóstol Pablo ora para que Cristo les “llene a rebosar de un amor mutuo y para con todos tan grande como el que nosotros sentimos por vosotros.” (1 Tesalonicenses 3: 12). Todas las lecturas del día nos llaman a abrazar las transformaciones que están en marcha a nuestro alrededor, e incluso a cumplir nuestro propio papel en el desencadenamiento de estas transformaciones –porque éstas son signos de que el reinado de Dios está cerca (Lucas 21: 31).
Shively T. J. Smith, una aliada de la comunidad LGBT, dice: “En la venida de Cristo no hay división de personas basada en la raza, el género, la orientación sexual o la clase. Más bien hay igualdad y aceptación amorosa más allá de nuestra comprensión humana y nuestra experiencia humana común. Todas las personas verán y sentirán la angustia del mundo. Todas las personas son también libres de experimentar la fuerza y la paz de Dios que viene de una relación divina que nos reorienta al mundo que nos rodea".
¿Dónde está la transformación social radical que se necesita en tu comunidad local? ¿Cómo podéis tú y tu comunidad de fe organizar esta transformación y contribuir a ella?
El pasaje evangélico de Lucas termina con una palabra de advertencia que puede ser especialmente relevante para las personas LGBT: “Estad atentos y no dejéis que os esclavicen el vicio, las borracheras o las preocupaciones de esta vida” (Lucas 21: 34). Estar en primera línea de cualquier lucha puede ser difícil. La depresión, la adicción y la sensación de impotencia desafían diariamente a los miembros de la comunidad LGBT. Podemos fácilmente caer en el engaño de creer que trabajar por un cambio positivo en nuestra sociedad es vano. El Salmo 25: 1-10 es útil aquí. Es una oración que invoca a Dios para que nos asista en estos tiempos difíciles, para que nos mantenga fieles.
Michael Joseph Brown, que trabaja con el AIDS Survival Project en Atlanta, señala que “sería fácil volverse cínicos por la lenta tasa de progreso en nuestro mundo, especialmente cuando se trata de pandemias como VIH/SIDA. Millones de personas alrededor del mundo están afectadas por esta enfermedad devastadora, y aún en los Estados Unidos la extensión del VIH/SIDA entre las comunidades marginadas es incesante. Sin embargo, permanezco esperanzado porque justo cuando creo que estamos a punto de quedarnos sin cuerda, Dios levanta aliados y recursos adicionales de lugares inesperados.” La transformación puede parecer caótica, molesta y vana, pero en nuestros momentos de duda y de confusión, deberíamos tener en el corazón que la promesa que Dios nos hace, es que llegará el día en que podamos vivir en dignidad y seguridad, y que Dios está trabajando activamente para esto también.
En tiempos devastadores y deprimentes, ¿cuándo has sentido cómo la ayuda divina ha llegado a ti y a tu comunidad? ¿De qué manera puedes cultivar la esperanza en las comunidades en medio de la crisis social y la impotencia?
ORACIÓN INCLUSIVA
Dios eterno,
durante los tiempos de transición, conflicto y cambio caótico,
recuérdanos que estos tiempos
pueden ser los dolores de parto de uno nuevo
en el que la justicia y la paz reinarán.
Danos valor.
Levanta nuestras cabezas y nuestros espíritus.
Amén.
Versión original en inglés: Out in Scripture
El Adviento es la preparación de la iglesia para el nacimiento de Jesús. ¿Por qué empieza entonces el Adviento con una historia sobre el final?
Jeremías 33:14-16; Salmo 25:1-10; 1 Tesalonicenses 3:9-13; Lucas 21:25-26
Esta semana conversan Michael Joseph Brown y Shively T. J. Smith.
Lucas 21: 25-36 puede ser un texto difícil de entender, especialmente durante lo que se supone que es un tiempo de gozo. Nos preparamos para celebrar la venida de Jesús en Navidad, pero este pasaje apunta al final de una era. Jesús cuenta a sus discípulos que llegará el tiempo en que la gente desfallecerá “por todo lo que se les viene encima, pues hasta las fuerzas celestes se estremecerán” (Lucas 21: 26). El giro interesante es que aunque este parecería ser un texto pesimista, en realidad es lo contrario. Este periodo de tiempo caótico, cuando poblaciones enteras serán confundidas “a causa del bramido del mar y el ímpetu de su oleaje” (Lucas 21: 25), es justo el tiempo de los dolores de parto de una nueva era de justicia (Lucas 21: 25).
Jeremías 33: 14-16 cumple su propósito más claramente. El profeta nos cuenta que Dios nos ha prometido que un día viviremos en un país donde la justicia y la rectitud reinarán. En lugar estar desesperados por los rápidos y a veces confusos cambios que están sucediendo a nuestro alrededor, Jesús nos dice: “Cuando todo esto comience a suceder, cobrad aliento y levantad la cabeza, porque vuestra liberación ya está cerca.” (Lucas 21: 28). Los cambios, especialmente si son enormes cambios sociales, son con frecuencia difíciles de aceptar por nosotros. En otras ocasiones, aquellos que presionan por tales cambios se encuentran con fiera resistencia. El evangelio nos cuenta, sin embargo, que este cambio será acogido como una preparación para la nueva era que será introducida por Jesucristo.
¿Dónde ves cambios sociales emergentes en la sociedad? ¿De qué manera la iglesia y la sociedad muestran resistencia o apoyo a esos cambios?
Para las personas LBGT, luchar por el cambio en nuestra sociedad es un desafío que puede sentirse como una carga. Los avances en un frente pueden encontrarse con frecuencia con el estancamiento e incluso la regresión en otros frentes. Ser un agente de cambio puede llevarnos al punto de la desesperación. 1 Tesalonicenses 3: 9-13 nos urge, sin embargo, a encarar los cambios con la confianza de que Dios está trabajando con nosotros para crear un mundo en el que todos los individuos puedan vivir con dignidad. En lugar de cinismo y desesperación, el apóstol Pablo ora para que Cristo les “llene a rebosar de un amor mutuo y para con todos tan grande como el que nosotros sentimos por vosotros.” (1 Tesalonicenses 3: 12). Todas las lecturas del día nos llaman a abrazar las transformaciones que están en marcha a nuestro alrededor, e incluso a cumplir nuestro propio papel en el desencadenamiento de estas transformaciones –porque éstas son signos de que el reinado de Dios está cerca (Lucas 21: 31).
Shively T. J. Smith, una aliada de la comunidad LGBT, dice: “En la venida de Cristo no hay división de personas basada en la raza, el género, la orientación sexual o la clase. Más bien hay igualdad y aceptación amorosa más allá de nuestra comprensión humana y nuestra experiencia humana común. Todas las personas verán y sentirán la angustia del mundo. Todas las personas son también libres de experimentar la fuerza y la paz de Dios que viene de una relación divina que nos reorienta al mundo que nos rodea".
¿Dónde está la transformación social radical que se necesita en tu comunidad local? ¿Cómo podéis tú y tu comunidad de fe organizar esta transformación y contribuir a ella?
El pasaje evangélico de Lucas termina con una palabra de advertencia que puede ser especialmente relevante para las personas LGBT: “Estad atentos y no dejéis que os esclavicen el vicio, las borracheras o las preocupaciones de esta vida” (Lucas 21: 34). Estar en primera línea de cualquier lucha puede ser difícil. La depresión, la adicción y la sensación de impotencia desafían diariamente a los miembros de la comunidad LGBT. Podemos fácilmente caer en el engaño de creer que trabajar por un cambio positivo en nuestra sociedad es vano. El Salmo 25: 1-10 es útil aquí. Es una oración que invoca a Dios para que nos asista en estos tiempos difíciles, para que nos mantenga fieles.
Michael Joseph Brown, que trabaja con el AIDS Survival Project en Atlanta, señala que “sería fácil volverse cínicos por la lenta tasa de progreso en nuestro mundo, especialmente cuando se trata de pandemias como VIH/SIDA. Millones de personas alrededor del mundo están afectadas por esta enfermedad devastadora, y aún en los Estados Unidos la extensión del VIH/SIDA entre las comunidades marginadas es incesante. Sin embargo, permanezco esperanzado porque justo cuando creo que estamos a punto de quedarnos sin cuerda, Dios levanta aliados y recursos adicionales de lugares inesperados.” La transformación puede parecer caótica, molesta y vana, pero en nuestros momentos de duda y de confusión, deberíamos tener en el corazón que la promesa que Dios nos hace, es que llegará el día en que podamos vivir en dignidad y seguridad, y que Dios está trabajando activamente para esto también.
En tiempos devastadores y deprimentes, ¿cuándo has sentido cómo la ayuda divina ha llegado a ti y a tu comunidad? ¿De qué manera puedes cultivar la esperanza en las comunidades en medio de la crisis social y la impotencia?
ORACIÓN INCLUSIVA
Dios eterno,
durante los tiempos de transición, conflicto y cambio caótico,
recuérdanos que estos tiempos
pueden ser los dolores de parto de uno nuevo
en el que la justicia y la paz reinarán.
Danos valor.
Levanta nuestras cabezas y nuestros espíritus.
Amén.
Versión original en inglés: Out in Scripture