11.11.09

Ana y su canción

15 de noviembre
Domingo 33º de Tiempo Ordinario. Año B.

¿Qué pasa cuando entras en el mundo de Ana y escuchas su canción? Dios nos libera y nos llama para hacer justicia.

1 Samuel 1: 4-10 y 1 Samuel 2: 1-10 se centran en Ana, una mujer que sufre infelicidad porque no tiene hijos. Al examinar la historia de Ana, se nos recuerda que, a pesar de la continuidad directa que algunos lectores desean hacer entre el mundo bíblico y las comunidades religiosas actuales, el antiguo Israel se caracterizaba por muchas prácticas relacionadas con el género y el parentesco que son bastante distintas de las actuales. Como muchos hombres en la Biblia hebrea (como Abraham, Jacob y David), el marido de Ana, Elcana, tiene más de una mujer. Su otra mujer se llama Penina.

¿Cómo interpretas la Escritura para nuestras vidas hoy? Cuando los cristianos discuten sobre el uso literal de la Biblia como fuente de ética cristiana, ¿cómo entiendes las numerosas referencias bíblicas, incluyendo 1 Samuel, que sugieren que las prácticas de poligamia son aceptables?

Penina ha dado a luz a hijos e hijas mientras que Ana no tiene ninguno. La importancia concedida a engendrar hijos en Israel, condujo sin duda a muchas mujeres a experimentar el fracaso en la concepción de hijos como una gran tragedia. De hecho, mientras Elcana intenta asegurar a Ana que su valía no depende de dar a luz hijos, la percepción que la propia Ana tiene de su situación ha sido tan extensamente modelada por el énfasis de Israel en el alumbramiento de hijos, que llora y es incapaz de comer o beber. Las expectativas sociales dominantes sobre el género y la familia, minan su felicidad y autoestima. Más aún, Penina acosa a Ana por lo que podría haber sido visto como el fracaso de Ana como mujer.

¿De qué manera las personas LGBT fracasan en conformarse a las expectativas dominantes sobre género y parentesco? ¿Cómo dicho fracaso amenaza la felicidad y autoestima propias, o conduce al acoso por parte de otros?

Dios pone fin a la infelicidad de Ana cuando ella da a luz a Samuel. Aunque su aflicción implica cuestiones de género, unidad familiar y familia, su canción de alabanza tiene un alcance más amplio. Su alegría la lleva a alabar al Dios que no sólo da hijos a las estériles, sino que además "levanta al pobre" y "alza al necesitado" (1 Samuel 2: 7-8). Ella no se preocupa sólo de su propia liberación, sino que habla también de la liberación de los demás. A este respecto, Ana ofrece un modelo a aquellos que hoy desean aliviar su infelicidad y situación de acoso. Igual que Ana, las personas LGBT experimentan algunas veces el dominio de la familia, el género y las cuestiones sexuales como una fuente de infelicidad y pueden apelar a la ayuda de Dios. Sin embargo, el ejemplo de Ana en la oración nos advierte a todos de nuestra excesiva preocupación en nuestra propia situación. Un deseo de justicia para nosotros, debería conducirnos a un deseo de justicia para los demás.

¿Cómo pueden las personas LGBT expresar hoy la misma preocupación por la justicia con los pobres y los humildes como Ana muestra en su oración?

Como las demás lecturas de hoy, la oración de Ana enfatiza la esperanza bíblica en que la intervención divina corregirá las injusticias de este mundo. Textos como la oración de Ana han ofrecido durante siglos esperanza y valor a aquellos que son conducidos por las creencias religiosas a luchar por la justicia y contra la opresión. Ellos dan sentido a las expectativas de futuras intervenciones de Dios, como la que encontramos en la lectura de Marcos 13: 1-8.

Sin embargo, muchos lectores se sienten incómodos con elementos de estos textos, tales como la distinción hecha a veces entre aquellos que están destinados a la vida eterna y aquellos que están destinados a la condenación eterna (como los que vemos, por ejemplo, en la lectura de Daniel 12: 1-3). Después de todo, la distinción entre aquellos que merecen la vida eterna y aquellos que merecen la condenación eterna, puede ser usada fácilmente para justificar el desdén por aquellos cuyas vidas no se conforman con las normas dominantes, incluidas las personas LGBT.

Leyendo dichos textos, es útil tener presente la buena noticia que se halla tanto en la canción de Ana como en la confesión cristiana de Hebreos 10. Porque a aquellos que están acosados y hundidos, Dios los levanta (1 Samuel 2: 6-8). En Hebreos 10, Cristo ha "ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados" (10: 12). El perdón es necesario para todos, a la vez que también está disponible para todos. Los pasajes cuestionan la tendencia de algunos a poner a ciertas clases de personas más allá de los límites del amor de Dios.


Oración inclusiva
Dios de Ana, recuerda de nuevo, hoy
a aquellos que están desesperados y acosados
por cuestiones sexuales y familiares.
Que cada uno de nosotros recuerde
que todos somos perdonados por ti
y que sigamos la exhortación
a estimularnos mutuamente
al amor y a las buenas obras (Hebreos 10: 24).
Amén.