12.9.12

El corazón de un maestro

Domingo 24º de Tiempo Ordinario. Año B

¿De dónde saca fuerzas un maestro para enseñar? La comunidad LGBT está llamada a ser maestra, para sostener a los cansados con una palabra, con una amabilidad nacida de la sabiduría. Tanto Isaías como Marcos nos recuerdan que la consecuencia de enseñar puede ser el sufrimiento. Jesús nos asegura, sin embargo, que el resultado final es la resurrección y la nueva vida.

Isaías 50:4-9a y Salmo 116:1-9;
Proverbios 1:20-33 y Salmo 19;
Santiago 3:1-13;
Marcos 8:27-38

Esta semana conversan Judith Hoch Wray, Wayne A. Reed y Ann Holmes Redding.

Isaías 50:4-9a ofrece el testimonio de una persona que se sabe llamada por Dios, en este caso llamada a ser maestra, despertada para escuchar como discípula, desafiada a sostener al cansado con una palabra. El texto celebra el poder de que disponen aquellas personas que se afirman en su identidad y su llamada ordenadas por Dios. A pesar del abuso verbal y físico (Isaías 50:6), frente a los intentos de deshonra o vergüenza, ese maestro centrado en una identidad dada por Dios es capaz de afirmarse ante cualquier adversario. Ella o él sabe el veredicto de Dios de la aceptación y el aliento (Isaías 50:7-9). El salmista en el Salmo 116:1-9 expresa una fuerza y una gratitud similar. A pesar de la angustia, la persecución, la aflicción, incluso la muerte, Dios libera y es misericordioso con aquellos cuya vida entera se fundamenta en Él (116:5-6). ¡Qué palabra tan valiosa para la comunidad LGBT! Cuando uno proclama la verdad del núcleo de la propia identidad en Dios -tanto si ese núcleo consiste en ser un maestro como en reclamar la plenitud de la propia identidad de género u orientación sexual dadas por Dios- se cuenta con el apoyo divino. Los detractores no tendrán la última palabra.

¿Qué verdad interior es tan importante para tu vida que nada la puede sacudir? ¿En qué sentido entiendes que Dios te está ayudando en esa llamada?

Proverbios 1: 20-33 presenta la santa sabiduría como profetisa-maestra cuya enseñanza, cuyo conocimiento, han sido rechazados. Hace un llamamiento a todos para que escuchemos con atención la sabiduría de Dios, no importa de quién provenga (Proverbios 1:23-25). Proverbios está emparejado con el Salmo 19. Este salmo nos recuerda que el universo entero será nuestro maestro, si lo escuchamos.

¿De quién o dónde buscamos la sabiduría y el conocimiento? ¿Quiénes o qué son los maestros en los que experimentamos a Dios? ¿Quiénes han sido los maestros que han inspirado a la comunidad LGBT? ¿Cómo hemos experimentado a Dios a través de ellos?

Santiago 3:1-13 nos invita a reflexionar sobre el papel influyente de los maestros en la iglesia. Esta lectura nos recuerda que las palabras de un maestro tocan el alma y, debido a que llegan a los lugares más vulnerables del corazón, tienen potencial tanto para sanar como para destruir. Aunque los maestros están llamados a sostener a los cansados con la palabra (Isaías 50:4), sus palabras se vuelven espiritualmente letales cuando se divorcian de la bondad, la amabilidad y la sabiduría de Dios (Santiago 3:8-13). Los efectos destructivos de la enseñanza venenosa sobre la comunidad LGBT tienen una larga historia en la iglesia; muchos creyentes LGBT siguen siendo condenados al ostracismo, incluso por las palabras de condena de un líder espiritual en el que confiaban. El lenguaje exaltado de este texto nos invita a considerar las consecuencias espirituales de juzgar a quienes están hechos a semejanza de Dios, y llama a la iglesia a seleccionar maestros que tengan sabiduría y entendimiento (Santiago 3:1, 13).

¿Cómo se puede desafiar a los maestros que abusan de quienes han sido hechos a imagen de Dios?

Marcos 8:27-38. ¿Por qué, después de ser revelado como el Mesías, Jesús pide silencio sobre sí mismo (Marcos 8:29-30)? ¿Es esta una ocasión para estar en el armario? Tal vez él no quiere que sus discípulos se distraigan con una visión prematura de victoria mesiánica. Cuando Jesús describe el sufrimiento como una parte necesaria de su llamada, Pedro rechaza la afirmación de Jesús (Marcos 8:32-33). Entonces Jesús le reprende. La enseñanza de Jesús hace aquí hincapié en que vivir con integridad a menudo implica sufrimiento, pero ese el sufrimiento termina en la verdadera victoria de la resurrección. Paradójicamente, para la comunidad LGBT es romper el secreto -no guardar silencio- lo que a menudo conlleva sufrimiento. La promesa de la resurrección y de la vida nueva, sin embargo, se destaca como una reivindicación de vivir con verdad y franqueza.

¿Cómo pueden los heterosexuales que apoyan a las personas LGBT  ayudar a quienes se enfrentan a la discriminación o el sufrimiento por vivir en fe y con integridad?

ORACIÓN INCLUSIVA

Dios que nos enseñas, enséñanos a escuchar como discípulos. Sálvanos de la arrogancia de creer que podemos juzgar a los demás. Haz que tu sabiduría nos acompañe constantemente y que tu amabilidad sea nuestra guía, para que tu Iglesia pueda ofrecer un testimonio fiel de Jesucristo, que sufrió y resucitó. Guarda nuestras lenguas para que podamos sostener a los cansados con palabras de tu amor por todos. Amén.

Versión original en inglés: Out in Scripture