9.6.11

¡Poder destinado a mí, a nosotros!

12 de junio de 2011
Domingo de Pentecostés. Año A.

Hechos 2:1-21 o Números 11:24-30
Salmo 104:24-34, 35b
1 Corintios 12:3b-13 o Hechos 2:1-21
Juan 20:19-23 o Juan 7:37-39

El Espíritu Santo es el don transformador de Dios para nuestras existencias, que cambia el enojo en inquietud, la soledad en gozo compartido y la frustración en visión de futuro.

Hechos 2:1-21 narra el sorprendente día de Pentecostés. El don de este texto a las comunidades marginadas es la frase del verso 11: "¡y todos los escuchamos hablar en nuestra lengua acerca de las maravillas de Dios!" Esto no es una simple afirmación de la intolerancia de un pueblo que no quiere aprender la lengua de otro. Más bien, la afirmación reconoce que todos queremos conocer las maravillas de Dios en nuestra propia cultura y contexto, tanto si somos extranjeros en la UE, como si somos personas LGBT en contextos de dominio heterosexual.

En el pasaje, el Espíritu se enciende sobre unas personas concretas en la habitación de arriba, pero no se confina a esa experiencia a puerta cerrada. Quienes han tenido una fogosa y tempestuosa experiencia con Dios, que los agita desde sus cimientos, deben compartirla con otros. Deben también gozarse en que Dios traduzca esa experiencia a un lenguaje adecuado para quienes también quieren conocer las maravillas de Dios en sus vidas.

En respuesta a la gente que quería comprender el desbordamiento de dentro la habitación y el extraño testimonio, Pedro se pone en pie y dice que esto cumple la promesa de Dios de derramar su espíritu sobre todos los pueblos (versos 14-21). Este derramamiento permite a quienes se alinean con Jesús (quienes invocan a Dios), experimentar una presencia salvífica.

La experiencia del Espíritu Santo siempre amplía nuestra misión mucho más allá de lo que pudiéramos haber previsto previamente. Y siempre nos llama a incluir dentro de nuestra misión, a personas que previamente pudiéramos haber considerado "no suficientemente dignas" de la gracia de Dios. Pero, a los ojos de Dios, nadie puede ser nunca indigno.¡El Espíritu incluye a todos y todas!

Eric Law, en mayo/junio de 2004, publicó en la revista The Other Side, afirmando que el "milagro de la lengua" es solo la mitad del milagro de Pentecostés. Está también el "milagro del oído", y que tanto el habla como la escucha son necesarias para que Pentecostés ocurra. Para que exista una auténtica comunidad animada por el Espíritu Santo debemos estar dispuestos a escuchar tanto como a hablar. Necesitamos tomarnos el tiempo no solo de contar nuestras historias de cómo es eso de ser LGBT y cristiano, de contar historias de cómo se es un aliado, sino que necesitamos también tomarnos el tiempo y crear espacios para escuchar las historias de otros. Además de hablar por nuestras diferencias, necesitamos escuchar por nuestras diferencias.

¿De qué manera el "milagro de la lengua" y el milagro "del oído" pueden transformar ahora nuestras interacciones con los demás?

Números 11:24-30 realmente disgusta a las jerarquías y autoridades religiosas porque Dios demuestras que el Espíritu no tiene que estar confinado dentro de unos límites religiosos aceptables. Como los líderes religiosos de hoy, los líderes del texto no lo captaron. Querían parar lo que estaba ocurriendo. Quizá Josué intentó reservar la autoridad solo para Moisés entre lo ancianos de Israel, pero la respuesta de Moisés es aleccionadora para los miembros de las comunidades LGBT y sus aliados. Moisés expresa el deseo de que todo el pueblo de Dios pudiera profetizar y de que el Espíritu se posara sobre todos. Tanto la sacudida a las convenciones, como el deseo de que Dios actúe de esta nueva manera, parecen buenas noticias para las personas que luchan dentro de estructuras tóxicas y restrictivas.

Hoy vemos al Espíritu abriéndose camino en instituciones y estructuras que expresan el deseo de Moisés de que el Espíritu se pose sobre todo el pueblo de Dios. Por ejemplo, el Espíritu actúa no solo dentro de la iglesia, sino también fuera de la iglesia y con antelación a los mejores esfuerzos de la iglesia. En el contexto de EEUU hay estados (tales como Massachussets, Nueva York, New Jersey o Hawai, por nombrar algunos) que han avanzado más allá que la iglesia en relación a los derechos y privilegios de las personas LGBT.

Según Números 11:14, la razón por la que el espíritu de Dios es compartido con los ancianos, es porque Moisés no puede solo "soportar a todo este pueblo", es para él "una carga demasiado pesada". Estas son palabras importantes para las personas LGBT en puestos de liderazgo. Con frecuencia nos quemamos como líderes en nuestras comunidades a causa de la naturaleza de vida y de muerte de nuestro trabajo. Necesitamos que se nos recuerde que el don del Espíritu de Dios consiste en un liderazgo compartido.

¿Dónde ves al Espíritu de Dios abriéndose camino de manera liberadora, incluso en estructuras y organizaciones que trabajan en contra de la igualdad LGBT y de la justicia de Dios?

El Salmo 104:24-34, 35b testimonia que Dios, en su sabiduría, creo a todos y a todas las cosas en la tierra, ¡una variedad extensa y abundante más allá de todo número! En esta declaración, el salmista afirma una verdad que da forma a las comunidades en los márgenes de la teología dominante. No podemos conocer de qué forma tan variada y expansiva se expresa el amor creativo de Dios en la creación, incluyendo las variadas expresiones humanas de creación. Este salmo sugiere que avancemos más allá del pensamiento unilateral sobre la creatividad de Dios. La sexualidad humana debe estar incluida en ese diálogo.

Este salmo puede que diga algunas cosas muy crudas: "Que sean borrados de la tierra los malvados; ¡que dejen de existir los malhechores!" (Estas duras palabras del verso 35 parecen haber sido omitidas intencionadamente de la lectura de hoy). Sin embargo, el salmo 104 también dice alguna de las más gozosas (y divertidas) cosas: por ejemplo, el mar contiene tanto a los barcos como al Leviatán -"que creaste para jugar con él" (verso 26).

Es importante para quienes guían a las comunidades e iglesias LGBT, darse cuenta de que el Espíritu de Dios es "creativo y renovador". Esto es una buena noticia para las personas LGBT en el liderazgo que se puedan sentir quemadas. También es buena noticia para las comunidades e iglesias LGBT que han experimentado algún trastorno.

Si el Salmo 104 nos anima a incluir nuestra sexualidad en el diálogo sobre el amor creativo de Dios, ¿Qué podría esto suponer en la manera como vivimos y respondemos a los demás?

El temor ha mantenido a más de uno y más de una detrás de puertas cerradas, dentro de armarios y bajo envolturas. Juan 20:19-23 tiene una muestra de tono antisemítico en los evangelios ("for miedo a los judíos"). Habiéndonos dado cuenta de este sesgo en el texto, queremos centrarnos en el hecho de que el único remedio para el temor es la paz. Esta paz es alentada dentro de y a través de nosotros por Jesús, quien concede el Espíritu y perdona el pecado.

Pascua, Ascensión y Pentecostés se condensan en un acontecimiento para el autor del evangelio de Juan. Jesús, en esta narración, describe nuestra misión con la importancia siguiente: "A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, no les serán perdonados" (verso 23). Esto sugiere que realmente tenemos que comprender con cuidado lo que pedimos cuando, en la oración de nuestro Salvador, decimos: "perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos a quienes pecan contra nosotros".

El temor de los discípulos los mantiene tras puertas atrancadas. Esto es una vívida descripción del "armario" para las personas LGBT. La buena noticia de este texto es que Jesús es capaz de atravesar nuestros armarios e infundir la paz.

Juan 7:37-39 nos lleva a reflexionar que las personas anhelan una vida espiritual que sea vibrante y satisfactoria, y que continuará dar respuesta a nuestra necesidad de fuerza. A las personas en comunidades LGBT y a las personas solidarias con ellas, se les hace sentir vacías en ámbitos religiosos donde el juicio y el dolor se dispensan en nombre de Jesús. En Pentecostés se nos recuerda que Jesús, y no las estructuras ni los rituales, es la fuente de una vida espiritual que sustenta. Más aún, debemos recordar que el Espíritu no puede ser contenido o mantenido únicamente dentro de nosotros, sino que se desborda fuera de nosotros, a veces a pesar de nosotros. Es inquietante reparar en que el verso 39 dice, "El Espíritu aún no había venido". Es difícil imaginar una mundo, una vida, sin el Espíritu.

¿Cuáles son las puertas cerradas, en cada una de nuestras vidas, que podríamos desear que Jesús atravesara?

Oración inclusiva

Ven, Espíritu Santo; ilumina los rincones oscuros de nuestra vida;
que todos veamos claramente a Jesús como el poder de Dios que todo lo renueva.
Ven, Espíritu Santo; danos poder a nuestra determinación de compartir el evangelio;
que todos podamos compartir la paz de Dios en Cristo Jesús.
Ven, Espíritu Santo; haznos instrumentos de tu paz;
que todo el mundo pueda conocer el incomprensible amor de Dios.
En el poderoso nombre de Jesucristo. Amén.